Este angelito posó para mí, al principio un poco complicado como todos los bebes pero finalmente lo conseguimos. Siempre he apostado por la fotografía natural, simple dentro de lo que cabe, aunque la ayuda de los gorritos hechos por las abuelas ayudan. En este caso usamos algunas cosas que trajo la madre y algunas que mandé a un par de mujeres que conozco que se dedican a hacer estas monadas, y está bien porque así nos ayudamos entre todos.
Hicimos las fotos en mi casa, al lado de la estufa de leña, con un palet, un foco especial y mucha paciencia. El rato que estuvimos la madre y yo solas esperando a que durmiera crea vínculos con las personas, vínculos importantes que van más allá que hacer fotografías, y para mí es lo más bonito de mi trabajo. Gracias